18:30 hrs , la hora y la impaciencia acelera el corazón pensando en las cosas que se deben hacer para que resulte todo bien y mis amigos se sientan conformes por lo que se hace. Previamente ya se coordinó el menú de la jornada entre todos y solo queda pasar al supermercado a comprar los implementos. Esta vez el menú considera hamburguesas italiana a la parrilla.
Se enciende el carbón y otro compañero prepara las paltas y tomates. Todo esta listo y dispuesto para comenzar con nuestra jorna de de póker. Cada uno tiene su puesto, elegidos según acuerdos previos. Generalmente cada uno lo mantiene. Unos tratan de evitar quedar a la izquierda de tal cual o viceversa, pero despues de “los acuerdos”, sin darse cuenta, quedan donde mismo.
Jugamos en lo que sería algo así como la sala de estar del dueño de casa, quien en todo este tiempo nos ha acogido amablemente. La mesa, es una mesa usada que compré con las ganancias de mi 4to lugar en el raider de Viña, que, por la módica suma de $90.000, venía con las fichas y cartas. Calza perfecto en la mesa original de juegos del dueño de casa. Como ritual sagrado, los primeros que llegan deben acomodar el campo de batalla: fichas, cartas, limpieza, hacer el espacio, las sillas y por cierto, la mesa de trabajo para preparar y distribuir la comida y bebestibles. A medida que llegan, se saludan de manos y con golpes de espalda, Algunos con abrazo inclusive. Mientras, unos fuman y ríen de las tallas de la semana, donde a ratos se habla de alguna jugada de poker cómica o bad beat que te pegaron. Sobre todo aquellos que jugan más por internet. Se respira camaredería y buena onda. Todos sabemos que una cosa es la amistad y la otra es póker.
Se sortea el dealer y comienza el desafío. El objetivo es evitar ser el primero al que estakean. Esta jornada en particular percibo que será distinta a las demás. A la primera mano ya se viene el primer all in y uno queda sin fichas y el otro doblado. A la segunda mano, se enfrentan otros dos amigos, con mismo resultado: uno stackeado y el otro doblado. Algo raro pasa ¿Las ansias de jugar? No.. son jugadas de poker donde cada uno cree tener la mejor mano y no son capaces de abandonarla.
Se respira competencia. Algunos ya comienzan a fumar en el patio y pensando como enfrentarán esta jornada. Las risas por los chistes de siempre y otros nuevos se hacen sentir. Claro que los que van perdiendo no se rien mucho y la cara se les desfigura un poco con muecas y palabras monocordes. Los "sorry" (al ritmo de la famosa canción de Tracy Chapman), "tu tu tu " (simulando la sirena de un camión retrocediendo) anuncian a alguien que está completamente perdido en una mano y que será masacre.. Todos se acercan a mirar la mano... Sin sorpresa, todos al unísono dicen "sorry" y las carcajadas se contagian incluso en aquel que acaba de perder la mano. Esto es San flop...
Break!!!!! , grita el Parrillero y algunos comienzan a pararse de la mesa y se acercan a la parilla. Esta todo listo y dispuesto. Los socios no deben hacer nada. solo preparar su sandwich a su gusto. Se beben bebidas, cervezas y algun que otro ron. Todos comentan las jugadas de la jornada. Algunos más técnicos que otros tratan de explicar conceptos y de por qué una jugada es más correcta que la otra. Algunos ponen atención, a otros no les interesa. Después de todo, vienen a pasarlo bien. y si ganan, mejor aún.
Termina el break y todos a las mesas. Es el segundo tiempo, donde algunos deben recuperar las pérdidas, otros quieren aumentar sus stack y los menos, quieren mantenerse con las ganancias. Las ganas de hacer sonar las fichas, tirar cartas, y sobretodo recoger fichas son mayores a mantenerse al margen... Todos comentan y conjeturan jugadas. Los más diestros, hacen piruetas con las fichas y otros lo tratan de imitar con poco éxito.
Son las 01:00. Las fichas van pasando de un lado a otro y algunos ya comienzan a retirarse. Los que quedan se ponen de acuerdo para definir hasta que hora jugaremos y donde comenzará la "ultima vuelta".
Sigue la batalla, pero los ganadores ya comienzan a jugar mas tigth, jugando solo las manos que saben deben jugar. No quieren poner en riesgo sus fichas, que representan el botin de esta batalla. Los perdedores, asumen más riesgos e incitan al juego. Unos aceptan, los menos no. Sin embargo la entretención continúa y todavía quedan chisten que contar...
Finalmente llega al hora acordada. No falta el que dice: "la última vuelta y listo" la que mayoritariamente es aceptada por todos. Si tienes suerte puedes doblar en esta vuelta o terminar con ganancia cero.
Son las 02:00 y llega el momento de la despedida. Algunos recogen los utencilios, los otros ordenan la mesa y sillas y dejan la casa en normalidad. La batalla ha terminado. Se ponen de acuerdo quien va a dejar a quien y terminan los últimos cigarrillos. Aún quedan risas. Unos se alegran y otros asumen que habrá revancha.
Despues de todo esto es San Flop y oportunidad de jugar siempre habrá...
Tiburock!